2.1.4 Producto Transgénicos
- panchomix763
- 20 oct 2015
- 4 Min. de lectura

Los cultivos transgénicos, obtenidos mediante un procedimiento tecnológico revolucionario, han sido extensamente adoptados por los agricultores de los Estados Unidos, Canadá y Argentina, entre otros países. Hace tan sólo diez años no se los cultivaba comercialmente ni tampoco eran conocidos en el mercado. Hoy, sin embargo, son utilizados prácticamente en todo el mundo para elaborar, procesar y comercializar alimentos, tanto para consumo humano como animal.
Las plantas y animales están compuestos de millones de células. Cada célula tiene un núcleo que contiene el ADN (ácido desoxirribonucleico). El gen está constituido de secuencias de ADN y es el "mapa" de construcción de la célula con características de la herencia y funciones específicas.
Los alimentos transgénicos son aquellos en los que se aplica un proceso artificial que altera este "mapa" de construcción, con las características deseadas. Los alimentos genéticamente modificados son diferentes de las plantas "híbridas", resultado del cruce de una o mas variedades de la misma especie del vegetal. Este proceso toma por lo general varias generaciones de organismos.
Su composición genética es manipulada con el fin de aumentar su poder nutricional o rendimiento, haciéndolos más resistentes a plagas o almacenamientos prolongados, y también para responder mejor a las exigencias del productor o del consumidor. Actualmente existen, comercializados o en proceso avanzado de desarrollo, vegetales modificados para:
- Que tengan una vida comercial más larga.
- Resistan condiciones ambientales agresivas, como heladas, sequías y suelos salinos.
- Resistan plagas de insectos, herbicidas y enfermedades.
- Tengan mejores cualidades nutritivas.
La mayoría de los productos transgénicos son alimentos, semillas e insumos agrícolas y fármacos desarrollados por un poderoso grupo de empresas multinacionales, encabezadas por la estadounidense Monsanto y la suiza Novartis. Sus principales productos son soja, tomate, papa, tabaco, algodón y maíz resistentes, a herbicidas unos, y a plagas, otros.
Además, se consideran alimentos transgénicos a: alimentos que contienen un ingrediente o aditivo derivado de un organismo sometido a Ingeniería Genética, o alimentos que se han producido utilizando un producto auxiliar para el procesamiento (por ejemplo, enzimas) creado por medio de esta ciencia. Aunque sea menos preciso, resulta habitual referirse a este tipo de sustancias como alimentos transgénicos o alimentos recombinantes.
Modo de obtencion:
De los millones de células que tiene un ser vivo, cada una, en su núcleo central, forma los cromosomas portadores de genes. Utilizando una nueva técnica, los investigadores esperan que el ADN extraño, (el que ha sido injertado) penetre en cierta cantidad de células, pasando por el núcleo central, en el lugar adecuado. Uno o dos son suficientes para obtener un organismo genéticamente modificado, pero no se puede predecir en qué lugar quedará exactamente el nuevo injerto. Por lo tanto, el código genético de la célula no es una ciencia exacta, sino experimental, los resultados pueden ser variados o imaginativos. Las células son luego cultivadas en el patrimonio genéticamente modificado, una bacteria puede producir las hormonas crecientes, que por ejemplo puede originar un clonaje o una nueva variedad de animales, vegetales o seres humanos. Hasta ahora estas investigaciones están limitadas a laboratorios muy especializados, en países desarrollados y sus costos son muy elevados.
Para obtener un alimentos transgénico existen dos métodos:
Primer método: Utilizando una bacteria a la que los científicos logran convencer para que introduzca en las plantas cualquier gen que a ellos les interese. Esta bacteria, llamada "Agrobacterium tumefaciens", es capaz de introducir en una hortaliza un trozo de su propio ADN; que éste se integre en el ADN de la planta y que los genes así incluidos expresen el carácter deseado en el organismo huésped. Los pasos a seguir en este tipo de procedimiento son los siguientes (ver página 37):
Lo primero es aislar el gen que se va a insertar en la planta y que servirá para aumentar su calidad (el gen puede provenir de otra planta, de una bacteria, de un virus o incluso de un animal. En el ejemplo: de una mariposa).
No se puede introducir un gen desnudo directamente en la planta. En un principio hay que rodearlo de ADN para darle una apariencia similar al del vegetal. El gen se acopla entre un fragmento de ADN de la planta y otro de una bacteria, que ayudará en el proceso.
El nuevo gen se inserta en una bacteria común (E. Coli) que, como cualquier otra bacteria, lleva su material genético dispuesto de forma circular y no como en los cromosomas humanos.
Se añade un gen que hace que la planta sea resistente a un gen común, y que más tarde servirá como una bandera para avisar de que planta ha incorporado el nuevo gen.
Se transfieren los genes a otra bacteria "Agrobacterium tumefaciens" (que los transportará más tarde a la planta), y que, aunque podría afectar a la planta, ha sido modificada para que sea inocua.
Se hacen crecer trozos de la planta en un laboratorio y se mezclan con el "Agrobacterium tumefaciens" La bacteria infecta a algunos de ellos y les transfiere su material genético.
Sólo uno de cada cinco trozos se infecta. Para saber cuál es se les hace crecer en un nutriente que contiene antibióticos. Sólo los que llevan el gen resistente al antibiótico sobreviven, el resto muere. Las que están sanas son las que contienen el gen de la mariposa.
Los nuevos genes se han colocado en la planta de forma aleatoria, por ello algunas crecerán bien y con sabor y otras no. Para saberlo se llevan al invernadero y se ve como crecen evaluando cuidadosamente la dureza, el sabor, el tamaño, etc...
Segundo método: microbombardeo con partículas. Consiste en que con el ADN que se quiere introducir, se recubren partículas microscópicas de oro o wolframio que bombardean la célula vegetal sin que pierda su viabilidad. El microbombardeo se basa en la aceleración a gran velocidad de partículas como el oro, que incluyen el ADN, y que se hacen impactar contra las células para favorecer su penetración. Por último, los liposomas son vesículas de lípidos que incorporan en su interior el ADN y vehiculizan su entrada en la célula, constituyendo un tercer método de producción de AMGs.
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